Los imaginarios sociales, aunque muy subjetivos, forman parte del
estudio cognitivo y hay que reconocer que influyen o pueden influenciar las
maneras de enfrentar la vida en la sociedad. Una sociedad que fue en varias
ocasiones, también en el caso cubano, un actor importante de cambios.
Basándonos en estos principios teóricos, trataremos el conocimiento
sobre los imaginarios sociales cubanos como un elemento importante en el
entendimiento de la sociedad cubana. "Los imaginarios
sociales tienen una función primaria que se podría definir como la elaboración
y distribución generalizada de instrumentos de percepción de la realidad social
construida como realmente existente" (Pintos citado por Baeza, 2000, p.
132), lo cual es muy importante en nuestro estudio ya que se convierte en una
fuente más para poder ampliar el conocimiento sobre la Cuba contemporánea,
expectativas de su sociedad hacia un cercano futuro e inquietudes que forman al
respecto.
I.1. Algunas
condicionantes de la construcción del imaginario
Las islas son a la vez espacios geográficos y
oníricos, representaciones mentales que han guiado con frecuencia la percepción
y la pluma de los escritores continentales que un día las visitaron. A la par,
los isleños han ido tejiendo “con la tierra firme” unos vínculos peculiares y
complejos, hechos de deseo y de repulsión, de frustraciones y de anhelos, que
han ahorado sus vidas individuales y perfilado a lo largo de los siglos su
mentalidad colectiva. (Garau, 2013, p. 559)
Con esta cita
quisiera abarcar una condicionante específica del imaginario, entre la
diversidad sobre las cuales debaten en sus obras los creadores de las bases
teóricas del conocimiento e imaginarios como Emile Durkheim, Cornelius Castoriadis, Claude Lévi-Strauss o
Manuel Antonio Baeza. En el caso de Cuba es imprescindible subrayar un elemento
más, de carácter local, que es su insularidad.
En el pasado,
este elemento en general determinaba el flujo de la información y también
condenaba a una población dada a vivir en un espacio aislado geográficamente.
Tales barreras eran significantes en la construcción de contactos económicos,
políticos y culturales, muchas veces limitándolos e influyendo en la
construcción de los imaginarios. El viajero y naturalista francés Francois
Perón (Cooper-Richet, Vincens-Pujol, 2012) indicaba el particular carácter de
los insulares, los cuales según él delimitaban un círculo mágico alrededor de
su isla, donde el resto del mundo quedaba apartado, en condición de periferia.
Hoy día, con el desarrollo de las
tecnologías de comunicación, parece ser que estas barreras tienden a
desaparecer o no existir. Sin embargo, la localización insular favorece una
mayor selección y control de información fluyente (de entrada y salida),
igualmente por agentes externos que internos. En el caso cubano, las tres
juegan un rol importante. Aparte del aislamiento natural, que debería ir
disminuyendo según el desarrollo tecnológico del mundo, el embargo de EE.UU.
causa la disminución y deterioro de los contactos de Cuba con el Mundo, pero al
mismo tiempo existe una significante condicionante interna del gobierno cubano
que hasta hace poco era muy rígido en la política migratoria y de movilidad de
sus ciudadanos hacia el extranjero
y limita considerablemente el acceso de los propios ciudadanos a medios de
comunicación, como televisión satelital, la Internet
y teléfonos celulares (por altos costos de este tipo de servicios).
Las
limitaciones internas influyen a la vez en la información distribuida por la
prensa nacional y local, la cual está bajo control estatal.
Aparte de los elementos arriba
mencionados a la influencia de los cuales están expuestos los imaginarios de la
sociedad, existen una serie de condicionantes individuales que conforme a la
etapa de la vida en la cual se encuentra la persona marcan su percepción, por
ejemplo: la situación económica, formación y pertenencia religiosa, modelan las
visiones del mundo.
Tomando en consideración todos estos
elementos trataremos de presentar los diversos y complejos imaginarios de los
insulares, que como dice Diana Cooper-Richer (2012), están marcados por el
distintivo de procedencia isleña.
El propósito
de conocer las diferentes visiones de los cubanos sobre el mundo que los rodea
implicaba indicar ciertas características conforme a las cuales nos guiábamos
al escoger personas a entrevistar, estas eran: género, edad, raza, estatus
económico, nivel de educación, creencia, afiliación política e ideológica.
Gracias a la posibilidad de recorrer diversas áreas
de Cuba, pudimos hablar con habitantes de grandes ciudades como: La Habana,
Pinar del Río, Matanzas; medianas como: Cárdenas, San Antonio de los Baños,
Guanajay, San Cristóbal, Jagüey Grande;
y pequeñas como:
Entronque de Herradura, Jovellanos, Nueva Paz. Pasamos por pueblos como: Soroa,
Playa Larga. Apreciamos la compañía de los habitantes de zonas turísticas como:
Varadero o La Habana, y tan perdidas en su ruralidad como La Lanza.
La
diversidad de zonas, con diferentes pasados y tradiciones, nos proporcionó el
acceso a personas con las mencionadas características, lo cual garantizó una
mayor diversidad de opiniones recopiladas.
Al preparar las entrevistas no tomamos
en cuenta las diferencias específicas, sin embargo al tiempo de realizarlas
iban surgiendo las primeras, derivadas principalmente de la edad que
representaban los entrevistados. Con el fin de cumplir con el objetivo del estudio,
hemos clasificado a los entrevistados en cuatro grupos de edades:
I.
Ancianos con más de 75 años;
II.
Recientemente jubilados, es decir,
de alrededor de 55 hasta los 75 años;
III.
Personas entre los treinta y
cincuenta años de edad;
IV.
Jóvenes (de 18 hasta alrededor de
30 años).
A continuación
indicaremos las principales características de los cuatro grupos arriba
mencionados. Uno de ellos – los más ancianos – se diferencia definitivamente de
los otros por su formación en condiciones distintas a las comunistas. Ellos
crecieron y se instruyeron profesionalmente antes de 1959, no dejaron el país
al triunfar la revolución, sino creyendo en sus ideas, la apoyaron. Es el único
grupo, donde todos los que lo conforman disponen del conocimiento real de lo
que fue Cuba antes de la revolución y poseen la posibilidad de comparar −basándose en sus propias experiencias− ambos estados.
El
segundo grupo, los llamados recién jubilados, lo constituyen las personas que
desarrollaron su formación profesional e ideológica en la Cuba revolucionaria y
en el período de la Guerra Fría. Ellos han puesto todo su entusiasmo juvenil en
la construcción del socialismo y la puesta en práctica de las ideas
revolucionarias. A diferencia de los anteriores, sólo una parte de los
entrevistados disponía de memoria propia sobre la Cuba antes del 1959.
Las personas nacidas
en los años 60. o principio de los 70. del siglo XX, conforman el tercer grupo.
Ellas han crecido en pleno auge del socialismo, en una atmósfera donde
prevalecía la opinión que las ideas revolucionarias y el socialismo eran las
únicas y justas vías de desarrollo.
El último grupo de
entrevistados, los más jóvenes, de alrededor de 20 hasta los 30 años, nacidos
justo antes o durante el Período Especial, son personas formadas en diferentes condiciones
económicas y políticas que las anteriores. Su visión de Cuba se forma en
tiempos de grave crisis económica,
ajustes, revisiones de las etapas anteriores de desarrollo, de la crítica hacia
el pasado.
La
composición de cada uno de estos grupos es heterogénea, lo cual significa que
entre personas del mismo conjunto de edades existen diferencias conforme a su
estatus económico, raza, género, nivel de educación, lugar de residencia
(ciudad o área rural), creencia e ideología. Estas divisiones superan los
límites generacionales y se extienden a todos los entrevistados, lo que
significa en el caso cubano, un amplio abanico de condicionantes que influyen
en la creación del propio mapa mundi de los cubanos.
II. Cuba en el imaginario de los cubanos
II.1. Visión
general de Cuba
De la diversidad de los imaginarios que
presentaremos a continuación, efecto de las entrevistas realizadas, emerge una
visión común de la Cuba contemporánea y futura que deriva de las similitudes
entre las visiones reunidas y elementos que solían repetir los entrevistados
describiendo la Isla. Para mejor visualización, utilizaremos citas provenientes
de las entrevistas y fotos tomadas durante el estudio de campo, realizado entre
marzo y abril del 2012.
En esta visión común de los entrevistados, Cuba emana como un país de
gran belleza, con significativos valores naturales, una isla de paz - aunque
pobre - rodeada de estados hundidos en crisis económicas o guerras. Al mismo
tiempo, el Estado cubano es percibido como benefactor, en el cual el ciudadano
puede sentirse seguro y tranquilo.
La
vida aquí es muy tranquila. (Anónimo, Nueva Paz, marzo 2012)
Cuba es tranquila y el
mundo está en crisis. (Cuentapropista, Playa Larga)
Mejor
ser pobre y feliz que vivir en guerra. (Patricia, La Habana, marzo 2012)
Cuba es una isla preciosa, con un clima muy bueno.
(Jóvenes de Cárdenas, abril 2012)
Los problemas
económicos y la falta de acceso a productos de primera necesidad es otro
elemento que solían repetir los entrevistados, acompañado éste de la
preocupación por la masiva emigración y una limitada posibilidad de movilidad
interna (en el marco de la Isla) al igual que al exterior.
El futuro de Cuba según los
entrevistados es brumoso y asociado con el porvenir de los jóvenes en la Isla.
Para nuestros interlocutores, les es
difícil definir como y cuál será el derrotero de Cuba, de lo que sí están
seguros es que éste debería conformar un espacio en el cual mejore la situación
de los jóvenes. El optimismo en este caso aumentaba conforme al mejoramiento
del estatus económico de los entrevistados y su legado político e ideológico
revolucionario. Podemos claramente indicar que las personas con un estatus
económico elevado, que sabían encontrarse en la nueva realidad económica de la
Isla en mayoría ven su futuro y el de su país de forma positiva y optimista,
aunque no borran la emigración del escenario diseñado.
Este último elemento, la partida, está
presente en la memoria colectiva de los cubanos. Casi todos nuestros
entrevistados poseían familiares en el exterior, excepto algunas personas de
las zonas rurales. La emigración sin duda marca de forma significativa el
imaginario social de los cubanos, inclinándose
hacia un sentimiento de añoranza por viajar, creando una visión del
país, a pesar de su belleza y paz, donde muchos desean irse, tal vez por causa
del borroso porvenir mencionado anteriormente.
El
tema de los familiares en el extranjero nos facilitó hablar sobre el entorno
internacional de Cuba, que en el imaginario de los entrevistados es
incoherente. De un lado el mundo externo lo caracterizan como inestable y en
crisis, del otro es visibilizado como un deseado destino para la emigración,
vida y viajes. Conocimos personas que han viajado y trabajado afuera de la Isla
y regresado (decididas a quedarse en Cuba), otras en espera del permiso de
salida y también a jóvenes ansiosos de viajar y conocer el mundo.“Ojalá
podríamos viajar” era la frase común repetida por muchos jóvenes que conocimos
por el camino.
La
cuestión más difícil a hablar era la de los supuestos aliados y enemigos de
Cuba. Esta opinión de un lado dependía de la posición económica y política que
representaba el entrevistado, pero también de su experiencia de viajar.
El conocimiento de la
situación internacional entre los encuestados podemos considerarla como alto,
sin embargo, entre más jóvenes eran los interlocutores peor conocimiento tenían
sobre las relaciones internacionales. Todos veían como un aliado a Venezuela,
sin embargo solo los representantes de élites políticas percibían a los EE.UU.
como el gran enemigo. También, nos llamó la atención que China no era percibida
como un aliado, más bien como una gran economía interesada en sacar provecho de
las inversiones en Cuba. La nación a la cual se le tiene un gran respeto es
Brasil, percibiéndola como un nuevo líder.
A pesar de un amplio
conocimiento de la situación internacional, especialmente interamericana, y
subrayar el rol de Cuba como país promotor de la solidaridad entre los pueblos,
el cual ejerce ayuda médica y educativa a otros estados, nuestros
interlocutores no perciben al Estado cubano como importante actor en las relaciones
internacionales, más bien como víctima de acoso económico.
Los rusos se fueron, los
chinos vinieron y se fueron... . (Cochero, Cárdenas, abril 2012)
Tampoco
perciben a Cuba en un cercano futuro como actor a ejercer un rol internacional
mundial o regional. El futuro lo enfocan en cuestiones locales – económicas y
sociales, subrayando la crisis de valores que distingue la generación de los
jóvenes cubanos, para los cuales tienen poco significado los lemas
revolucionarios y más bien se centran en sus objetivos individuales
relacionados con la cotidianidad y desarrollo profesional.
Esta visión general que se está
descubriendo ante nuestros ojos, contada por los propios habitantes de la Isla
podría ser reflejo de voces de las élites gubernamentales que en los últimos
años en el discurso oficial ponen énfasis a estos cambios sociales, a mencionar
solamente las palabras de Raúl Castro: “Hemos percibido con dolor, a lo largo
de los más de 20 años de período especial, el acrecentado deterioro de valores
morales y cívicos, como la honestidad, la decencia, la vergüenza, el decoro, la
honradez y la sensibilidad ante los problemas de los demás” (Castro, 2013). Al
igual estas citas recuerdan los
problemas sociales de los países centroeuropeos, antes de caer el socialismo
real.
El
profundo sentimiento patriótico es otro elemento en común, muy importante, que
caracteriza las opiniones reunidas. Los entrevistados en general son orgullosos
por ser cubanos (esto lo han subrayado todos los interlocutores), lo que indica
que los cambios que están por llegar a Cuba no les serán indiferentes.
Me encanta caminar por La Habana Vieja y escuchar mis pasos por las
calles que conozco desde niña, eso no lo pude vivir ni en Paris ni en otros
lugares. (María, La Habana, marzo 2012)
II.2. ¿La
polarización o diferenciación de imaginarios?
La
gran variedad de opiniones que hemos reunido sobre la actual y futura Cuba,
gracias a las entrevistas realizadas, nos indican las diferencias existentes
conforme a la situación individual del entrevistado. De un lado muy
entusiásticas y llenas de esperanza, por el otro filosóficas, hasta
encontrarnos con llenas de ansiedad y pesimismo. Su origen deriva
principalmente de la afiliación política de las personas entrevistadas, el
estatus económico y experiencias individuales.
Generalmente
los miembros y simpatizantes del Partido Comunista Cubano, activistas de los
Comités de Defensa de la Revolución (CDR), responsables de las tomas de
decisiones a nivel local, subrayan los logros de la revolución, la igualdad de
oportunidades de las que disponen todos los cubanos, indicando a la vez errores
cometidos y subrayando que queda mucho por hacer. De su imaginario emana el
optimismo y tranquilidad por el futuro de la Isla, el cual (al igual que su
propio) lo relacionan con ideales revolucionarios:
Los niveles de vida se
miden por los valores, por eso lo que debe ponerse primero y ante todo es: la
patria, la independencia, Fidel, la familia, y el Pueblo. (Pepe, Jagüey
Grande)
El optimismo estaba
presente también en las palabras de personas con un estatus económico superior
a la media nacional (en mayoría cuentapropistas). Estas personas esperan una
mayor apertura de la economía cubana, y no se refieren directamente a cuestiones
políticas, a menudo aceptando la existente realidad política de la Isla. Entre
los entrevistados pertenecientes a este grupo pudimos notar que la visión de
una futura Cuba la relacionaban con lentos cambios, realizados por etapas, los
cuales no perjudicarían ni desequilibrarían la actividad económica del país. A
la vez, las mismas personas no negaban la posibilidad de una emigración al
exterior, lo cual no aparecía en los imaginarios del grupo anteriormente
mencionado. A ambos, sin embargo, deberíamos considerar como importantes
actores de la sociedad civil cubana, que está por desarrollarse y crear in situ una nueva realidad.
Especialmente los nuevos emprendedores, que además de ejercer actividades
económicas, a menudo participan y organizan actividades benefactoras no
gubernamentales.
Aquí la gente se
ayuda, gracias a la iglesia podemos llegar a los que necesitan ayuda.
(Cuentapropista de Guanajay, marzo 2013)
Opuesto al optimismo
presente en los imaginarios descritos anteriormente, pudimos captar también
aquellos llenos de sentimientos de fracaso, falta de un claro futuro y
necesidad de crear una nueva calidad política dentro de la sociedad cubana y
recuperar los valores perdidos. Estos derivan de representantes de la capa
intelectual cubana, partidarios del
actual status quo político o contrarios a éste, representantes también del
segundo y tercer grupo generacional, es decir personas entre los treinta y
sesenta años de edad. A pesar que sean grupos diferentes los une la
preocupación por una creciente crisis de valores presente en la sociedad cubana
que se dirige hacia el individualismo y consumismo.
Entre los intelectuales
prevalece la preocupación por el futuro que le espera a los jóvenes y a la
sociedad cubana, que no está preparada para los cambios económicos y en
consecuencia sociales que vendrán. Subrayan la posibilidad, en el momento de
cambios, de entrar en una profunda crisis de valores ya que los patrones
revolucionarios no tienen ningún significado para los adolescentes, que más
bien quieren resolver sus problemas económicos.
A los jóvenes ya nos les
interesa el proceso revolucionario, no tienen participación y solo desean irse
para donde sea. (...) La sociedad va a cambiar, pero no está lista ni preparada
para esos cambios de mercado. (...) Los cambios no pueden ser rápidos porque se
perdería la identidad. (Oliver, Pinar del Río, Marzo 2012)
También indican las crecientes disparidades sociales en la Isla.
Subrayan en sus visiones la necesidad de una profunda revisión de la actual vía
de desarrollo del país. Los divide principalmente la ideología
socialismo vs. capitalismo y los métodos
a utilizar para crear una nueva calidad social y económica en Cuba. Vale
subrayar, que ninguno de nuestros interlocutores de este grupo ha negado los
valores de la revolución y algunos de sus logros (acceso gratuito a la salud,
educación, igualdad, etc.).
Aparte del optimismo y
pesimismo que distinguen los imaginarios presentados, podemos notar también una
división respecto a la visión del futuro de Cuba: conforme a unos la Isla
debería seguir su derrotero revolucionario socialista, según los otros abrir
una nueva vía de desarrollo, para unos los cambios son demasiado rápidos para otros
muy lentos.
A pesar de las
diferencias que surgen en la visión de Cuba –la de hoy y futura− que derivan
del estatus económico y afiliación política, existe todo un grupo de
encuestados que no tiene construido un imaginario sobre el futuro de Cuba y una
opinión concreta sobre la situación contemporánea del país. Éste, generalmente,
se caracteriza de una difícil situación económica, bajo nivel de educación. Son
habitantes de zonas rurales o marginalizados socialmente, los cuales no
muestran interés por hablar sobre Cuba y su futuro, centrando la conversación
en cuestiones meramente propias e individuales; si formulaban opiniones éstas
eran en categorías de: “Fe, esperanza y amo(l)r” (Jardinero de Soroa, marzo
2012).
Podríamos detectar en
estas visiones la búsqueda de los entrevistados de su lugar en la complicada
situación de Cuba, espacios para el desarrollo económico o espiritual, incluida
la posibilidad de emigración. Tal vez la complicada situación económica o
social en la que se encuentran hace que se encierren en sí mismos.
La
diversidad de imaginarios presentados hasta ahora crea un cuadro muy
heterogéneo de la sociedad cubana la cual, probablemente, con dificultad
enfrentará transformación alguna. Las mayores diferencias derivan del estatus
político-ideológico y económico de los entrevistados y en el primer caso
adquieren un carácter bipolar. Si analizamos los mismos imaginarios desde el
punto de vista generacional, estas diferencias adquieren un carácter más claro
y fuerte (ver tabla 1).
Tabla 1. Diferencias
generacionales en el modo de percibir por los entrevistados: la situación
propia, la de Cuba y el mundo contemporáneo.
EDAD /
OPINIONES
|
75 AÑOS Y MÁS
|
DE 55 A 70 AÑOS
|
DE 35 Y 50 AÑOS
|
DE 20 A 30 AÑOS
|
FORMA
DE
OPINAR
|
- no quieren hablar
directamente sobre la situación de Cuba;
- moderados en la
evaluación de la actual situación en Cuba;
|
- hablan
abiertamente de la situación en Cuba;
- opinan
abiertamente sobre la situación internacional y el lugar de Cuba en las
relaciones internacionales;
|
- hablan abiertamente
de la situación en Cuba;
- opinan
abiertamente sobre la situación internacional y el lugar de Cuba en las
relaciones internacionales;
|
- hablan
abiertamente (algunos mas otros menos) de la situación en Cuba;
- hablando están
centrados en sí mismos;
|
SITUACIÓN
PROPIA (INDIVIDUAL)
|
- orgullosos de ser
cubanos;
- se centran en la
familia, los nietos (de los cuales
muchos están afuera);
|
- orgullosos de ser
cubanos;
- mitad de los
entrevistados de esta edad piensan irse al extranjero ya que todos sus
cercanos familiares (hijos, nietos o
hermanas) están afuera;
- varios de los
entrevistados sienten como si estuvieran llegando al final de su vida sin
perspectivas hacia un futuro;
|
- orgullosos de ser
cubanos;
- sienten decepción
por la falta de oportunidades de involucrarse en la gestión de la nación;
hablan que en los años noventa y ochenta a los jóvenes (su generación) no se
les ha dado la posibilidad de entrar a los círculos políticos: “todo está
controlado por un grupo de dirigentes muy viejos”
- quieren salir del
país, conocer las oportunidades en otro lugar, desarrollar sus capacidades;
- los que declaran
de querer quedarse indican distintos motivos: “en Cuba es fácil de vivir con
pocos recursos”, porque “todos mis familiares están aquí”, porque tienen un
buen trabajo, porque “Cuba es tranquila y el mundo está en crisis” o porque
hay que luchar y trabajar por un mejor futuro de Cuba y esto se hace desde
adentro (quedándose);
|
- orgullosos de ser
Cubanos (pero menos que los otros grupos);
- muchos piensan /
sueñan en poder viajar (y si sería posible emigrar);
- tienen grandes
expectativas e indican que lo importante es mejorar su propia situación
económica;
|
SOBRE
CUBA
|
- indican que antes
de la revolución no todo era negativo (malo), pero a la vez indican los
logros de la revolución, a menudo utilizaban comparaciones;
|
- orgullosos de los
logros de la revolución, pero a la vez no del todo contentos, a veces hasta
decepcionados;
- Cuba tiene un
potencial económico y humano;
- están conscientes
lo que no pudo alcanzar la revolución, de las faltas económicas en muchos
aspectos de la vida cotidiana, mencionan objetivos que la revolución no pudo
alcanzar, especialmente como estado benefactor;
- subrayan que Cuba
es segura y los cubanos son alegres (pocos hablaban de felicidad);
- detallada crítica
hacia la actual situación en Cuba donde existe la corrupción, se perdieron
los ideales y valores, un país donde no se puede vivir;
- La gran
preocupación que emana es la pérdida de valores entre los más jóvenes
cubanos, hablan abiertamente de la 'crisis de valores en la sociedad cubana';
|
- desean un futuro
feliz y bueno para sus hijos;
- Cuba tiene un
potencial económico y humano;
- muchos de los
entrevistados buscan su lugar en la nueva realidad económica, creando
microempresas y subrayando que Cuba es un lugar de felicidad donde se vive
bien: “Para que me voy a ir si aquí
tengo todo”;
- hablan de
hipocresía de los que dirigen el país, que: “ya no hay ideología, sólo la
lucha por mantenerse en el gobierno”;
|
- en Cuba no hay
perspectivas;
- lo importante hoy
son los objetivos individuales no
colectivos;
- Cuba tiene playas
y paisajes bonitos;
- si no tienen
coraje o posibilidad de emigrar buscan el modo de ser felices en la Isla, por
ejemplo se unen a las comunidades religiosas;
|
CUBA Y EL MUNDO
EXTERIOR
|
- les es difícil
hablar sobre la situación internacional;
- la mayoría no
toca este tema, pero por ejemplo subraya que antes de la revolución el Cubano
tenía un poder adquisitivo cuando viajaba;
|
- Cuba es muy
importante en las relaciones internacionales;
- el bloqueo
perjudica a los cubanos;
- Cuba ayuda a
muchos países en el mundo;
- Los rusos
traicionaron los ideales;
- Los chinos tienen
sus intereses económicos en Cuba;
- Brasil es una
potencia creciente;
- en opinión de
muchos Cuba no necesita ayuda económica;
- Cuba es una isla
de paz y tranquilidad y el mundo está en guerra y crisis;
- el mundo tiene un
erróneo imaginario sobre la Isla
|
- Cuba es soberana
y no necesita ayuda;
- Cuba necesita
apoyo;
- Cuba ayuda a
muchos países en el mundo;
- Cuba tienen su
propia vía de desarrollo;
- Cuba es una isla
de paz y tranquilidad y el mundo está en guerra y crisis
- el Mundo tiene un
erróneo imaginario sobre la Isla;
|
- esperan mucho del
mundo, pocos hablan sobre lo que ellos mismos pueden hacer para Cuba, para
cambiar la situación del país;
- opinan poco sobre
la situación internacional, como si no les interesaría o no tendrían nada que
decir al respecto;
- están ansiosos de
conocer el mundo, muchos quieren viajar no emigrar; a la vez tienen vergüenza
de viajar porque el cubano afuera vale poco ya que no tiene poder
adquisitivo;
- Cuba necesita
ayuda económica;
|
FUTURO
DE CUBA
|
- no tienen opinión
al respecto;
|
- Cuba tiene que
mejorar, pero sin cambiar el sistema político;
- hay muchos logros
que indican que hay que seguir por la misma vía;
- es difícil que en
el futuro cercano cambie algo, mejore la situación;
|
- Cuba tiene que
encontrar su propia vía, la solución para los problemas que enfrenta;
- Cuba cambiará en
un futuro cercano;
- “Todo ya está
arreglado, debajo de la mesa”;
- los que gobiernan
ahora no van a dejar todo así gratuitamente;
|
- no hay futuro en
Cuba;
- quien sabe cuando
cambiará todo;
- lo importante es el
dinero.
|
Como podemos comprobar, según las
informaciones recopiladas en la tabla número 1, existen claras diferencias
generacionales en el modo de percibir la situación de Cuba y su lugar en la
realidad mundial. Las condicionantes históricas e ideológicas parecen jugar un
rol muy importante en esta visión aunque el elemento económico también es
imprescindible.
La ansiedad de los
jóvenes de conocer el mundo, de viajar es un elemento característico global.
Sin embargo, si lo analizamos en una realidad de fuerte emigración que vive
Cuba, es muy preocupante, ya que a este fenómeno se suma la inexistencia en los
imaginarios de perspectivas para el desarrollo individual en una futura Cuba,
la falta de la presencia de cuestiones ideológicas y lemas revolucionarios como
fue en el caso de sus padres o abuelos. La pasividad de los jóvenes deja la
inquietud de que puedan ser objeto de manipulación en un futuro escenario de
cambios. Los pocos que relacionan su futuro con Cuba parecen ser centrados en
las cuestiones económicas, tratando de sobrevivir de día a día, buscando
también el sentido de la vida en organizaciones religiosas. En cuestiones de
cambios estructurales, podríamos definir la postura de este grupo como, sin
embargo, con un fuerte potencial interno, enfocado en cambios individuales,
pero aun sin precisar la dirección en donde podrá ser explotado.
Los
más ancianos, son las personas menos aptas para hablar sobre la situación interna
e internacional de Cuba. Probablemente, la poca esperanza de vida que les queda
hace que su punto de referencia sea la familia y su vida pasada, y no el
futuro, por lo cual la conversación con éstas personas era difícil de enfocarla
hacia una visión del futuro. Sin embargo los entrevistados se animaban bastante
en el momento de hablar de la familia (la cual a menudo residía fuera del país)
o al momento de contar sobre su juventud. Las opiniones y comparaciones entre
la situación antes y post-revolución eran moderadas. Este grupo trata de no
evaluar definitivamente el estado actual del país, indicando cosas que fueron
buenas antes de la revolución y otros logros (como la educación y servicio de
salud gratuito, igualdad) obtenidos con su triunfo.
A
nuestro parecer, los dos grupos intermedios son los más interesantes y más
complejos. Se caracterizan ambos de una postura activista, sin embargo, las
personas entre 35 y 55 años tienen en general un resentimiento hacia los
mayores, ya que no se les ha dado en los años ochenta y noventa la oportunidad
de incorporarse al poder. Como lo definió uno de nuestros interlocutores: “Todo
está controlado por un grupo de dirigentes muy viejos” (Simón, Pinar del Río,
marzo 2012).
Su
actividad, conforme a lo que describen, la enfocan en acciones económicas y
culturales, tratando de fortalecer su posición social o buscar otra solución,
incluida la emigración para garantizar a sus hijos (familiares) un mejor
futuro.
Lo que tenemos aquí es una
guerra psicológica (...). Toda esa libertad económica, de hacer negocios en
Cuba es una menundencia (...). Cuba es muy orgullosa de sus médicos, pero los
mejores salieron para las misiones (...). Yo dentro de poco salgo legalmente
con dos de mis hijos para los EE.UU. (Informático, Matanzas, abril 2012)
Podríamos decir que fue ésta la generación
perdida, los que se quedaron en Cuba teniendo esperanzas de poder decidir por
el país, participar en los cambios, y estas se fueron perdiendo poco a poco.
Entre nuestros interlocutores, hemos tenido varios con experiencias de vida en
el extranjero, pero al no poder adaptarse a las realidades capitalistas y al
modo de vida occidental, han regresado, considerando los valores propios
nacionales que poseen los cubanos y queriendo conservarlos.
Ya
sé lo que es salir del país, en Cuba se vive mejor, afuera es muy duro, se
trabaja mucho, en Cuba no se trabaja tanto y se vive bien. (…), para que me voy
a ir si aquí tengo todo. Cuba no la cambio por nada. (Taxista, Pinar del Río –
Nueva Paz, marzo 2012)
Entre las personas en edad
de jubilación, alrededor de los sesenta y setenta años, encontramos a varios
militantes del PCC. Ellos entregaron su juventud y la formación profesional a
la patria, con el objetivo de construir una nueva Cuba y el hombre nuevo. Es un grupo convencido de
sus razones de actuar.
Somos militantes del
Partido, es un honor, no todos pueden militar, hay que cumplir muchos
requisitos. (Teresa, Playa Larga, abril 2012)
Las diferencias que surgen entre los grupos
descritos hasta ahora, nos llevan a la conclusión que, pueden ser éstos la base
para un futuro enfrentamiento político. Las diferencias existentes entre ellos
son ideológicas, pero también generacionales (de padres e hijos). A la vez,
ambos grupos muestran disposición al diálogo, a pesar de vivir en continua
confrontación entre el mundo capitalista / imperialista vs. comunista /
soberano. Los viejos militantes subrayan la necesidad de buscar soluciones
internas para los problemas de Cuba, otros incluidos los más jóvenes afuera de
ella.
Esta
compleja visión, nos hace pensar que la población cubana, tal vez, pueda
dirigirse hacia cierta polarización de sus posturas y actitudes, sea políticas
e ideológicas como económicas. De un lado existen círculos interesados en
preservar ideales revolucionarios y comunistas, y en resolver los problemas
internamente. Del opuesto, se está formando un creciente grupo de la joven
generación, sin ningún ‘bagaje ideológico’, buscando ayuda en el extranjero. Se
contrapone también el sentimiento de fracaso y rencor por la privación de poder
versus optimismo y satisfacción de la buena dirección de cambios. A la vez, se
contraponen las visiones del derrotero de Cuba benefactora y comunista, con el
de la Isla inclinada hacia una economía de mercado libre donde la acumulación
de las ganancias marcará las brechas sociales.
III. Conclusiones
El Mapa Mundi de los cubanos, creado sobre
la base de las entrevistas realizadas, es muy complejo, más aun cuando las
respuestas a las preguntas que hacíamos no eran simples.
En
primer lugar, podemos subrayar que existe una discordancia en la visión del
mundo externo−internacional respecto a la evaluación de la situación interna de
Cuba. Tal vez en este caso, siguiendo el pensamiento histórico de Francois
Perón o el contemporáneo de Cooper-Richer, la determinante insular de Cuba
tiene mucha influencia, por lo cual el mundo externo es a la vez rechazado y
deseado, como lo confirman las citas y nuestras observaciones arriba expuestas.
En consecuencia estamos obteniendo una visión general en la que el mundo está
en guerra y crisis económica, y Cuba aparece como una isla de paz y
tranquilidad, pero, al mismo tiempo este mundo externo y desconocido (hundido
en crisis) lo anhelan, quieren conocerlo, vivir y quedarse allá.
El estatus económico y
pertenencia ideológica condicionan de forma significativa los imaginarios de
los cubanos de hoy día, aunque se puede observar una brecha generacional,
especialmente ideológica que se inclina hacia la sublevación del bien común,
dándole cada vez mayor importancia a objetivos individuales y económicos de la
vida cotidiana.
Conforme
a los imaginarios de los entrevistados, la sociedad cubana se encuentra en un
momento muy importante de su historia, en el que se decidirá el futuro de las próximas
generaciones de habitantes de la Isla, el cual trae grandes retos sociales, tal
como lo dijo una de nuestras interlocutoras:
Este es el período más
difícil por el cual pasa Cuba. Más difícil que el del noventa y noventa y
cuatro, ahora el punto crítico es el político-ideológico, por lo que no se sabe
hacia dónde vamos ni a donde llegaremos. (Lucía, La Habana, marzo 2012)
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http://www.cubadebate.cu. (Consultado agosto 2013).
Lo describe muy bien
esta cita: “Crecí en este sistema, me formé en el, creí en
él, pero a la hora que los jóvenes de mí generación y otros querían asumir,
había un techo - el
adulto centrismo
se impuso” (Nelson, Pinar del Río, marzo 2012).