Sociólogo , ex Primer Secretario y Jefe de misión de la Embajada de Polonia en Cuba.
Entre los años 2003 al 2010, se desempeñó en los ervicios diplomáticos de Polonia para América Latina.
En el campo de la investigación sobre América Latina se centra en los movimientos sociales latinoamericanos.
Entre los años 2003 al 2010, se desempeñó en los ervicios diplomáticos de Polonia para América Latina.
En el campo de la investigación sobre América Latina se centra en los movimientos sociales latinoamericanos.
RESUMEN
El presente artículo es una
prueba de análisis del lugar de la oposición cubana en la sociedad
de la Isla, desde una perspectiva centro-europea. Se trata de
identificar los elementos menos favorables para su desarrollo al
igual que los logros para la construcción de una sociedad civíl en
Cuba.
Palabras clave: Oposición
cubana, activistas de Cuba.
ABSTRACT
In the present article we will intend to analyse the role of a Cuban opposition in the society of the Island, from a Central European perspectiveWe will try to identify the least favorable for their development as well as the achievements for the construction of a civil society in Cuba.
Keywords: Cuban Opposition activists in Cuba.
In the present article we will intend to analyse the role of a Cuban opposition in the society of the Island, from a Central European perspectiveWe will try to identify the least favorable for their development as well as the achievements for the construction of a civil society in Cuba.
Keywords: Cuban Opposition activists in Cuba.
Sobre
Cuba y su situación socio-económica, existe una variedad de
estereotipos y opiniones motivadas ideológicamente, que tratan la
realidad más bien de forma instrumental, selectiva y muy a menudo la
flexionan para confirmar una tesis preconcebida. La hermeticidad del
sistema, carga ideológica y baja credibilidad de las informaciones
oficiales que llegan de la Isla, con toda seguridad no favorecen a la
creación de una objetiva imágen de Cuba. Por otro lado, el ya
cincuentenario conflicto entre los hermanos Castro y la diáspora
cubana de Flórida, la cual define el tono de la información de los
medios de comunicación sobre la Isla, que llega al consumidor medio,
hace que los procesos sociales, políticos y culturales en Cuba se
presenten como en un espejo deformado. Tal vez, el más
distorsionado de todos los aspectos de la realidad cubana es la
imagen de los círculos de oposición. En el discurso oficial cubano
ellos prácticamente no existen. Además se utiliza varios términos
para definirlos y así no tener que hablar de una oposición, los
disidentes o algunos grupos de la sociedad civil. En el mejor de los
casos, se les denomina como grupúsculos, sin embargo, más
frecuentemente, se les etiqueta de vendepatrias, mercenarios o
gusanera. Por su parte, en los medios de la Flórida, cada vez que
aparece en la Isla una señal pública de oposición al régimen, se
le da a ésta una publicidad sobre medida e incluso los eventos
insignificantes como las manifestaciones de unas pocas personas o las
proclamas que a ninguno en la Isla puedan convencer se las converte
casi en un hito en la lucha por la “democracia”, creando
simultáneamente una falsa impresión, que los cubanos de todas las
maneras y casi todos los días están tratando de deshacerse del
odiado régimen.
En
Polonia, a pesar que el tema cubano no está presente en las primeras
páginas de los periódicos y no está cargado emocionalmente,
tenemos la tendencia de comparar y referir la situación de la Isla a
la de Polonia de los años ochenta, cuando el sistema comunista se
encontraba en su fase terminal. De vez en cuando, nos llegan las
noticias sobre arrestos o hostigamientos de la oposición, o que un
grupo de deportistas cubanos no ha regresado al país y ha huido
durante su permanencia en el extranjero. Por lo cual, para la mayoría
de polacos, que sobre la Isla tienen algun interés, Cuba parece un
lugar donde el régimen con todos sus métodos y fuerzas trata de
mantenerse en el poder, usando los hostigamientos y violencia para
parar la “oleada de instatisfacción social”, que comprende a la
mayoría de los insulares, los cuales son guiados por lídres de
oposición que gozan de un general reconocimiento y autoridad.
Estas
dos imágenes, tanto la que niega por completo la existencia de
cualquier oposición al sistema dominante, tratándola como
inauténtica, dirigida desde el exterior y que no tiene nada en comun
con las actitudes reales de los cubanos, como la otra que, presenta
la oposición como un liderazgo moral y verdadero de la nación en
contra del régimen ideológicamente quebrado, son falsas. A la
permanencia de estas dos falsas visiones, se le une la de los comunes
imaginarios sobre Cuba, la cual es construida por las pocas fuentes
científicas y objetivas. En Cuba no se conduce y conoce ninguna
investigacion científica referente al estado y las actitudes
sociales que midan las preferencias políticas de los habitantes de
la Isla. Por otra parte, los pocos e inoficiales intentos de las
organizaciones no gubernamentales no pueden ser considerados
suficientemente representativos y válidos desde el punto de vista de
los requisitos científicos.
Un
factor adicional que complica la tarea de creación de una objetiva
imágen sobre los grupos de oposición cubana es la actividad de los
servicios de seguridad del Estado que, en un alto grado, infiltraron
la oposición con la tarea de asegurar la supervivencia del régimen
y entorpecer el crecimiento de los grupos opositores, creando
deliberadamente “el sumbido informativo” en torno y dentro de
ellos, lo cual hace difícil separar auténticas iniciativas cívicas
de las manejadas desde arriba.
Todo esto se ve agravado por
los factores derivados de la especificidad de las relaciones entre
Cuba y Estados Unidos, especialmente:
-
Los acuerdos migratorios, que obligan a las autoridades de EE.UU. de
otorgar anualmente alrededor de 20 mil visas a ciudadadanos cubanos
con el fin de evitar masivos y caóticos exódos migratorios que
pueden llevar a tragedias humanas.
-
Los privilegios especiíficos para inmigrantes cubanos (incluidos
principalmente en la Ley de Ajuste Cubano / Cuban Adjustment Act).
Todo
esto hace que, la adopción de posturas de oposición contra el
régimen en Cuba, sea la forma y la vía más facil de obtener el
derecho a la recidencia en EE.UU. y, se puede considerar como la
única motivación real de una gran parte de lo “opositores”.
La
tradicional oposición política
Los
primeros grupos de la oposición comenzaron a aparecer a finales de
los años ochenta e inicio de los noventa, en el momento y en
relación con la descomposición del bloque socialista y el colapso
económico de la Isla, debido al corte de los subsidios de la Unión
Soviética. Uno de los primeros partidos establecidos en el momento
fué el Movimiento Cristiano de Liberación, creado en 1988 por los
activistas catolicos de La Habana, dirigido por Oswaldo Payá
Sardiñas. En 1992, Payá ha anunciado su candidatura a la Asamblea
Nacional, sin embargo las autoridades le impidieron su presentación
ante la asamblea para los candidatos (Iglesias, 2003, p. 19),
mediante el órgano del sistema electoral cubano, el cual se encarga
de aprobar o rechazar las candidaturas para los comisios. Varios años
antes, en 1978, un grupo de presos políticos cubanos ha fundado el
Comité Cubano pro Derechos Humanos, como un movimento de derechos
civiles y cuyos personajes principales eran Ricardo Bofill, Gustavo
Arcos y Marta Fraydé. El objetivo del Comité era documentar los
casos de violaciones de derechos humanos en Cuba y constituía una
primera grieta en la pared del totalitarismo de Castro (Gerschman,
2009, p. 39). Con el tiempo, en la intención de los fundadores, éste
debía transformarse en un movimento cívico independiente.
Desde
entonces surgían y desaparecían cientos de diferentes partidos que,
en general, contaban con pocos miembros. En su mayoría, eran
personas de alguna forma relacionadas entre si, su actividad era
mínima y se limitaba generalmente a las reuniones en casas
particulares. Independientemente de las posiciones individuales de
los activistas, a veces heróicas1,
no todos aquellos grupos podían ser considerados como una real
propuesta política. Una evaluación sobria y realista del papel de
estos fue presentada en el año 2010 por Rafael Hernández, conocido
intelectual cubano, editor en jefe de la revista “Temas”, el cual
es una voz casi sin precedentes por parte de los grupos de
intelectuales vinculados al sistema. Harnámdez habló de las
actividades de los grupos de oposición de una manera carente de
emoción política, en un espíritu de análisis fresco, y no de
acosamiento propagandístico. En la entrevista que el diario mexicano
“La Jornada” le realizó, la cual fue publicada en el sitio web
del gobierno cubano Cubadebate.cu y dice:
…la
oposición en Cuba no puede alabarse tanto de la base social como
ideología coherente, debe ser considerada más bien como una
constelación de micropartidos y no de lasociedad civil (…) Ellos
(la opoción) no tienen ninguna influencia en las instituciones
religiosas o en la clase obrera, como en Polonia; entre ellos no hay
verdaderos intelectuales que gozen de merecida reputación, como en
Checoslovaquia; no les legitimiza su lucha contra un régimen
repugnante y corrupto, como en Rumanía” (Rafael Hernández
[en]Arreola, 2013).
Con
la última parte de esta confirmación probablemente se podría
polemizar, sin embargo, esto no cambia el hecho que, en la práctica,
los tradicionales grupos de oposición en Cuba no juegan un papel
importante, no disponen de un apoyo social importante, son
generalmente desconocidos en la Isla y sus actividades se concentran
principalmente en las disputas y conflictos internos, y no en la
construcción de la base social. El objetivo principal de sus
iniciativas se centran en obtener efectos mediáticos en los EE.UU. y
la UE, por lo cual organizan ruedas de prensa, iniciativas como
conferencias y convenciones, sobre las cuales en Cuba casi nadie sabe
(sin embargo, en los últimos años su número ha disminuido, lo que
se explica por una reducción significativa de los fondos del
gobierno de Obama para las organizaciones que apoyan a la oposición
en Cuba).
En
forma bastante regular aparecen, también, las iniciativas de
unificación de la oposición para terminar las divisiones internas y
concentrar los esfuerzos en la lucha contra el enemigo común, sin
embargo, la duración de tal concenso es limitada y viene desvanecida
por los viejos conflictos y ambiciones del liderazgo de sus jefes,
que las desintegran rápidamente desde el interior. Las dos únicas
iniciativas de oposición que, lograron mensurable éxito eran el
Proyecto Varela2
y el movimento de las Damas de Blanco. La primera, era un intento de
cambio de las leyes mediante una iniciativa desde abajo, con
propuestas de reformas del sistema, tales como las garantías de la
libertad de expresión, prensa y asociación, cambio de la ley
electoral, amnistía para los presos políticos y celebración de
nuevas y democráticas elecciones. Fué iniciado por Oswaldo Payá
Sardiñas, quien por su actividad fue galardonado en el 2002, por el
Parlamento Europeo, con el Premio Sacharow. Payá había aprovechado
el mecanismo de la iniciativa legal cívica, contenido en la
Constitución Cubana, del año 1976, que requiere la votación por la
Asamblea Popular de cada proyecto de modificación de la ley, si éste
cuenta con el apoyo de diez mil ciudadanos. Lograr reunir tantas
firmas, en el caso del Proyecto Varela, era una gran sorpresa para
las autoridades de la Isla (hay que señalar que una firma, con el
nombre, apellido y número de cédula de identidad bajo el proyecto
que no cumple con la línea política oficial, debe ser considerada,
en las condiciones cubanas, como un acto de gran coraje cívico). La
propuesta nunca fué sometida a votación, sin embargo, Fidel Castro
se vio obligado a responder de alguna manera a ésta iniciativa sin
precedentes y, apresuradamente organizó un referendum, en el que los
cubanos de manera habitual (99%) optaron por la proclamación de la
irreversibilidad del carácter socialista de la revolución.
La
siguiente reacción del gobierno cubano, al Proyecto Varela, fué el
encarcelamiento de los 75 activistas de la oposición y periodistas
independientes, de los cuales el grupo más numeroso eran los que
participaron en la recolección de las firmas para el proyecto. Todos
fueron condenados a severas penas, aunque a Oswaldo Payá lo dejaron
en libertad. En respuesta a estos acontecimientos surgió la
asociación Damas de Blanco, creada por las esposas, madres, hermanas
e hijas de los 75 activistas encarcelados. Su
actividad consisitía, principalmente, en la organización de
modestas manifestaciones, celebradas todos los domingos después de
la misa en la iglesia de Santa Rita, en el barrio habanero de
Miramar. En los aniversarios de los arrestos del marzo 2003
-denominados por los grupos de oposición como Primavera Negra- las
Damas de Blanco organizaban también pequeñas manifestaciones, en
diferentes puntos de la ciudad, distribuyendo copias de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, soltando palomas,
repartiendo flores, etc.
El
éxito de las Damas de Blanco se expresó con la liberación de
todos los activistas encarcelados en el año 2010, que fué posible
no tanto por su propia actividad, sino más bien como resultado de
una ola de represiones emprendidas por el gobierno contra la
asociación, lo cual en consecuencia provocó una amplia condena en
el extranjero, incluso entre comunidades generalmente favorables al
regimen cubano. Un
papel clave en la liberación de los presos jugó la mediación de la
Iglesia católica, y más tarde también el gobierno del Reino de
España, que ha aceptado acoger a los opositores liberados con sus
familias. El impulso de la actividad de las Damas de Blanco y las
represiones a que fueron sometidas, fue frecuentemente subrayado por
los representantes de la Iglesia. Vale la pena destacar, que las
autoridades cubanas no prestan atención a la presión de los
gobiernos y medios de comunicación occidentales, referente al
hostigamiento de la oposición, pero si les preocupan las opiniones
de sus “agentes de influencia” en el resto del mundo, es decir,
los círculos políticos de orientación de izquierda, los
intelectuales y los circulos culturales, que se ven reflejados en
las actitudes de algunos personajes del aparato gobernante en Cuba.
A
pesar de estos éxitos, el futuro de ambas organizaciones es
incierto. En
julio de 2012, Oswaldo Payá murió en un accidente de automovil,
cuyas circunstancias despiertan dudas, tanto de a su familia y
amigos, como de numerosos representantes de la comunidad
internacional3,
y unos meses antes a causa del dengue muere la líder de las Damas de
Blanco, Laura Pollán. Debido a la liberación de los 75 presos de la
Primavera Negra, el movimiento de las Damas de Blanco ha perdido un
poco su dinámica, ya que fue privado de su razón de ser original,
también debilitó su estructura la salida a España de muchas de sus
fundadoras junto a sus familiares liberados.
En
la evaluación general, los grupos tradicionales de la oposición se
encuentran actualmente en un aislamiento profundo, impuesto sólo
parcialmente por las autoridades, pero en gran medida debido a su
impasividad, incapacidad de compromiso, generalmente mala preparación
y desacreditadoras disputas internas. La oposición cubana no ha
logrado construir confianza pública y no tienen la capacidad de
movilizar a amplios sectores de la sociedad (por ejemplo:
trabajadores, estudiantes o agricultores). Como
resultado, no se les conoce ampliamente en Cuba y mucho menos se les
ve como una alternativa viable para llagar al poder. Tampoco parecen
listas para aprovechar la oportunidad de llenar, poco a poco, a los
orificios en el ámbito político, que resultan del lento pero
irreversible proceso de erosión de la legitimidad carismática del
sistema y la descomposición de las estructuras del Estado
totalitario.
Grupos de la sociedad
civil: “la ciberdisidencia”
El
único activista que logró construir una verdadera red social y
realizar un múltiple proyecto es Dagoberto Valdés, recidente en
Pinar del Río. Durante muchos años realizó su actividad dentro de
la Iglesia católica, la cual le proporcionaba un mejor acceso a las
herramientas de trabajo, y le servía como una especie de paraguas de
protección. Valdés siempre estuvo acompañado de un dinámico grupo
de colaboradores, dirigía el Centro de Educación Civil y Religiosa
que, en la realidad cubana, es un centro exepcional ya que ofrece
cursos en ramas como: informática, empresariado, participación
ciudadana, pero principalmente editaba la revista “Vitral”, la
cual abordaba problemas importantes de la vida social y política de
Cuba, sin tener ninguna censura previa. A raiz de la decisión del
nuevo obispo de Pinar del Río de apartar a Valdés y a su grupo de
las instituciones eclesiásticas, estos decidieron desde el año 2007
realizar sus actividades en forma independiente. Estos inclueyen los
cursos de formación, proyectos de apoyo al desarrollo local,
discusiones sobre temas cinematográficos y la publicación de una
revista independiente titulada “Convivencia”. Sin embargo, son
actividades a pequeña escala (local) y el mismo Dagoberto Valdés,
en los últimos años, ha sido objeto de ataques de la propaganda por
parte de las autoridades de la Isla, donde lo acusaban de aceptar
dinero proveniente de agencias extranjeras. En
consecuencia, las posibilidades del desarrollo de esta iniciativa
parecen limitadas, ya que la mayoría de los cubanos, no estan
dispuestos a mezclarse en una cooperación con personas que, sean
oficialmente reconocidas como “contra revolucionarios”.
En
los últimos años, creció rápidamente en Cuba un grupo de
blogueros, cuyo personaje más conocido es Yoani Sánchez. Esta reune
a los “nuevos” opositores de la generación de 20 y 30 años de
edad, que no participan directamente en la política, pero realizan
actividades en los ámbitos de la cultura y comunicación, con el uso
de modernas herramientas de transmisión de información como
bitacoras o las redes sociales. La actividad de este aún limitado
grupo, se concentra, principalmente en el Internet, por lo cual son
llamados por los observadores del escenario cubano como
“ciberdisidencia”. En este espacio informal y no organizado
podemos incluir también a los artistas que desafían el orden
existente, como: OMNI Zona Franca – un grupo de artistas de
vanguardia del barrio habanero de Alamar– o bandas musicales Porno
para Ricardo y Los Aldeanos, también merece la atención una
ambiciosa iniciativa llamada el Estado de SATS4,
los cuales son un conjunto de jóvenes artistas e intelectuales que
organizan exposiciones, conciertos, proyecciones y debates sobre
diferentes visiones del futuro de Cuba.
El
papel de los representantes de la joven generación de opositores
estará seguramente aumentando, sin embargo hay que recordar que, en
las condiciones cubanas, donde sólo un pequeño porcentaje de la
población tiene acceso libre y amplio a Internet5,
por ahora los ciberdisidentes no tienen la posibilidad de
comunicación con amplias capas de la sociedad cubana. Al
igual que en el caso de la tradicional oposición política, los
ciberdisidentes son mucho más conocidos fuera de Cuba que en la
propia Isla, donde todavía no son reconocibles. Es díficil en este
momento evaluar, si este grupo sea capaz de transformarse en una
fuerza política viable y eficaz, capaz de proponer y forzar
soluciones concretas al gobierno.
Iglesia e instituciones
religiosas
Un
papel especial en la vida política cubana le toca desde hace poco a
la Iglesia católica. A partir del 2010, con voz más fuerte y en
forma más clara comenzó a expresar su opinión sobre la situación
actual en Cuba. En
las revistas eclesiásticas, que antes dedicaban sus páginas sólo a
los temas relacionados con la religión y vida interna de la Iglesia,
empezaron a aparecer artículos que más audazmente llamaban a las
reformas económicas y proponían un discurso político alternativo6
al vigente e impuesto por las autoridades7.
La
primera comunicación sobre los asuntos sociales y políticos de
Cuba de un jerarca eclesiástico, que merecía la atención, fué el
artículo del vicario general de la diócesis de la Habana Carlos
Manuel de Céspedes García-Menocal, publicado en “Espacio Laical”8
por el Centro Cultural padre Félix Varela, donde el vicario
compartía sus observaciones y opiniones respecto a las
constituciones cubanas. Era muy positivo su comentario sobre la Ley
Fundamental de 1940, la que fué aprobada por un amplio compromiso
entre diferentes fuerzas políticas de Cuba de aquel entonces e
incluía muchas propuestas progresistas para su tiempo, tales como la
nota sobre la función social de la propiedad privada9.
Como ha señalado
de Céspedes Gracía-Menocal, los artículos que se referían a los
derechos y libertades de los ciudadanos parecían casi idénticas a
la Declaración Universal de Derechos Humanos, y la precedieron por
ocho años, al igual que Charles de Gaulle la eligió entre unas
pocas para conocerla antes de la redacción de la constitución de
nueva República Francesa. Por
otra parte, en la opinión del clérigo, la constitución vigente de
1976, basada en los patrones soviéticos, no se ajusta a los tiempos
de hoy, cuando Cuba necesita un debate de ideas sobre la futura forma
del sistema político. Céspedes
García-Menocal, constataba también que, la política no es un campo
de ontología aristotélica o dogmas religiosos, por lo cual en el
contexto socio-político y económico casi todo se puede discutir (De
Céspedes García-Menocal, 2009, p.71). El objetivo de la política y
el debate público es el mejor arreglo de la convivencia social.
En
el contexto cubano estas tesis suenan como una ofensa y la
intervención de los representantes de la Iglesia en materia del
orden público no cabe en la norma. Aunque el artículo apareció en
una revista de nicho y se refería a cuestiones bastante complejas,
su publicación fué un evento digno de mención, cuanto más que no
era aislado. Unos meses más tarde fué publicado un artículo del
sacerdote Boris Moreno, en la revista en boga de la arquidiócesis de
la Habana llamada “Palabra Nueva”, escrito en un lenguaje
sencillo y dirigido al público en general que, llamaba a las
reformas económicas (Moreno, 2010). El Padre Moreno sostenía en el,
que la prevalencia de la planificación central en la economía
resultó ser una utopia sin fundamento en la realidad. Criticó
la política económica del gobierno considerándola un rehén de la
centralización ideológica y falta de decisión provocada
principalmente por el deseo de mantener, a todo costo, el orden
actual, el cual hunde al país (Moreno, 2010). En
la opinion del sacerdote, en reacción a la crisis, el gobierno ha
propuesto sólo tesis utópicas y el reajuste por una drástica
reducción de gastos, lo que puede llevar a un desastre social y
económico. Mantenía también, que las condiciones socioeconómicas
del país no se pueden cambiar por discursos y decretos. En efecto,
el sacerdote propuso una serie de soluciones, que ayudarían a la
economía cubana reponer sus fuerzas. Entre
sus propuestas podemos encontrar: la promoción del empleo por
cuenta propia con asegurada y estable base legal, aceptación del
comercio minorista, aplicación efectiva del principio de la
dependencia de los salarios de los efectos de trabajo, una mayor
transparencia de los gastos públicos, el cambio conceptual de las
instituciones según el cual los ministerios tendrían que asumir el
papel regulador de las actividades en su sector (y no administrarlo,
como es ahora), y la adhesión de Cuba a los mecanismos
internacionales e instituciones financieras. Llamaba también a la
realización de un amplio debate sobre las reformas económicas con
la condición que, las autoridades deban reconocer la capacidad de
expresión de todos los ciudadanos, sin exponerlos a cualquier tipo
de represión. (Moreno, 2010)
Por
subsiguiente, la Iglesia Católica desde hace varios años desempeña
un papel en la política cubana mucho más importante que el que
podría resultar del carácter religioso de la institución y también
del pequeño porcentaje de católicos practicantes en Cuba. Los
representantes del episcopado hablan abiertamente de la línea
pastoral del arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, que
incluye tanto cuestiones sociales, como políticas. El
cardenal Ortega, una figura destacada de la jerarquía eclesiástica
cubana desde los años ochenta, fué considerado hasta el momento
como demasiado moderado y conciliador hacia las autoridades y opuesto
a la participación de la Iglesia en contiendas políticas10.
Sin embargo, a
partir del año 2010, bastante frecuente habla de los importantes
temas de la actualidad cubana. En una entrevista publicada en
“Palabra Nueva”, en referencia al problema de los “actos de
repudio” dijo: “No debe quedar en nuestra historia como pueblo
este tipo de intolerancia verbal, y aún física, como rasgo
característico del cubano. De
hecho son siempre pocos quienes escenifican estos actos que no
indican el sentir de la mayoría” (Palabra Nueva, 2010, p. 3).
Por
lo que destacaron, al mismo tiempo, tanto los eventos en la Isla
relacionados con Damas de Blanco, como algunas acciones de las
comunidades de los emigrantes en Flórida dirigidas contra los
artistas que se deciden actuar en Cuba. El Cardenal Ortega ha
desempeñado también personalmente un papel clave en las mencionadas
arriba negociaciones sobre la liberación de los presos políticos y
ha participado activamente en el mismo proceso de su liberación11.
Hasta
cierto punto, la Iglesia se ha convertido en un socio para el
gobierno, en la implementación de reformas difíciles. Sucede, que
los mensajes incómodos para el gobierno son transmitidos por los
jerarcas del clero y en sus intervenciones los más destacados
representantes de la Iglesia tratan de explicar y justificar algunas
de las decisiones gubernamentales. La Iglesia es el mediador entre
las autoridades y comunidades u organizaciones que les son incómodas,
como es el caso de Damas de Blanco, pero también en las
conversaciones con la emigración cubana, cuando el contacto directo
pueda asociarse con un alto costo político.
En
este contexto, un acontecimiento importante fué la visita del Papa
Benedicto XVI, en marzo del 2012. Tras
señalar, que “lleva en su corazón las justas aspiraciones y
legítimos deseos de todos los cubanos donde quiera que se
encuentren” (20minutos.es) El Papa, en gran parte, pareció
orientar su mensaje a los gobernantes. Palabras referentes a que Cuba
tiene que cambiar o que la ideología marxista está agotada y no
corresponde a la realidad cubana, no podrían ser dichas por ninguno
de los políticos cubanos o extranjeros visitantes. A
las autoridades cubanas, de seguro, fueron dirigidas también las
siguientes palabras: “hay otros que la búsqueda de la verdad los
llevan al fanatismo, encerrándose en su verdad e intentando
imponerla a los demás” (Radio Trinidad Digital). El Papa hizo un
llamamiento a los gobernantes que sigan ampliando la libertad de la
Iglesia y la renovación de la sociedad cubana en diálogo con todas
sus fuerzas, para “que nadie se vea impedido de sumarse a esta
apasionante tarea por la limitación de sus libertades fundamentales,
ni eximido de ella por desidia o carencia de recursos materiales”
(Convivencia, 2012). Estas declaraciones parecen confirmar, que la
Iglesia se involucró en la transición cubana y que las autoridades
cubanas cuentan con su voz.
La otra oposición
Hundiéndonos
en disputas sobre la situación y el papel de la oposición en Cuba,
olvidamos a menudo, principalmente en el contexto de las violaciones
de derechos humanos, que las estructuras cubanas del poder y las
instituciones estatales políticas, económicas, culturales y
académicas no son un monolito. En el 2007, un año después del
ascenso al poder, Raúl Castro, en su discurso con motivo de la
fiesta nacional del 26 de Julio, instó al debate público sobre el
futuro del país.
En
los siguientes años ha habido pocos indicios que este debate
realmente se mantiene y de hecho puediera influir en las futuras
decisiones políticas. Sin
embargo, durante el Congreso de la Unión Nacional de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC), en el año 2008, se escucharon voces
valientes y propuestas, de las cuales la más fuerte intervención
fue la de Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de La Habana,
personaje importante del sector gobernante, el cual llamó a la
necesidad de cambiar la mentalidad de los ciudadanos hacia una mayor
tolerancia y respeto por el trabajo. Declaró, que tanto la
emigración como la cultura cubana creada en el exilio, fuera del
país, forman parte del patrimonio nacional (Leal, 2008), oponiéndose
a la vez a la única antes admisible narrativa sobre la diaspora,
llamada “mafia cubana de Flórida” y “traidores de la Patria”.
A la vez, Leal dijo públicamente, que sus hijos son también
emigrantes, lo que hasta ahora ha sido un tema embarazoso para los
miembros de las más altas autoridades.
Pero
fué sólo a partir del 2010, que podemos hablar de más evidencias
de las presiones reales hacia las reformas del modelo en quiebra, por
parte de los medios reformistas intelectuales, académicos o
artísticos que funcionan dentro de las instituciones del Estado
socialista. De mayor resonancia fueron las declaraciones de
renombrados artistas, como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés o
Leonardo Padura, figuras emblemáticas de la cultura revolucionaria
cubana. Estas no eran las únicas señales de cambios en la vida
social y política en la Isla. Desde
diferentes partes llegaban cada vez más voces de insatisfacción de
la situación actual y presión sobre los responsables políticos a
proponer una estrategia clara de salida a un impase histórico.
Cabe
destacar una voz, que no es una crítica realizada desde la posición
del liberalismo o modelo occidental de la democracia multipartidista.
Uno de los “disidentes” más conocidos entre las élites
intelectuales, culturales y también partidistas cubanas, Pedro
Campos (un ex-diplomático, investigador del Centro de Estudios de
los Estados Unidos) desde hace varios años consistentemente define
el sistema cubano como un sistema de capitalimo estatal monopolista12.
Las
letras de Campos son una profunda crítica (sin concesiones) a las
decisiones tomadas por la burocracia revolucionaria, desde una
posición socialista, de extrema izquierda. Campos postula la marcha
hacia el socialismo real participativo y la entrega del poder en
manos del pueblo, basándose en la democracia participativa, directa
y rechazando la representativa que, en su opinión, es una ficción
tanto en las sociedades occidentales, donde la democracia está
subordinada a las organizaciones jerárquicas y disciplinadas,
ligadas al gran capital y a los diferentes grupos que tienen sus
intereses, como en la sociedad cubana, donde la dirección
revolucionaria se ha convertido en una burguesía burocrática,
separada y despegada de la situación real y las necesidades de la
población, y que de hecho (al igual que las jerarquias en las
democracias occidentales) solo se representan a si mismas.
En
agosto del 2012, Pedro Campos recibió el premio al mejor ensayo,
otorgado por la revista “Espacio Laical” por el artículo
titulado: “El diálogo, la reconciliación y democrátización:
caminos paralelos” (Campos, 2012), en el argumenta sobre el
conflicto básico en Cuba y que éste no pasa por la línea de la
emigración enfrentada contra los cubanos de la Isla o el
imperialismo enfrentado contra el socialismo, sino que es, ante todo,
un conflicto que existe dentro de la sociedad cubana, en cuanto a la
dirección que el país debería aspirar. A su vez, reconoce que la
principal causa de la controversía es la renuncia de la dirección
de la revolución de los estándares democráticos de la toma de
decisiones, en su período inicial. También hace hincapié, que ya
no se puede tratar más a la oposición política tradicional como
exponentes de los intereses del imperio ya que, tiene su propia
visión y quiere buscar el cambio de forma pacífica, continua
afirmando, que: “Es imprescindible reconocer que esa disidencia
tiene intereses propios y legítimos, como lo son el respeto a los
derechos humanos, a la legalidad y la libertad de expresión,
asociación, reunión y elección”. (Campos, 2012, p. 2)
Campos
sostiene, por tanto, que en Cuba es necesario un amplio diálogo con
todas las fuerzas sociales. Sin embargo, al mismo tiempo anota que,
no será posible sin la democrátización de las relaciones sociales
en Cuba y el cese la represión de personas que representan otras
ideas se pregunta el autor:
¿Pero
cómo llegar a él (dialogo) cuando no existe un clima propicio,
cuando hay un absoluto control estatal sobre los medios de
divulgación, cuando se niega la libertad de comunicación,
expresión, reunión, prensa y asociación, cuando se criminaliza el
pensamiento diferente, cuando el poder hegemónico no está
dispuesto a dialogar siquiera con su propia izquierda, cuando el
propio gobierno socialista viola el sentido socialista de la
Constitución vigente? (Campos, 2012, p. 5).
Sin
embargo, a pesar de las declaraciones anteriores, aparecen algunos
espacios de diálogo, no sólo en la realidad virtual. Este es
el caso de un ciclo de debates mensuales, abiertos, sobre los temas
culturales, sociales y políticos en la revista “Temas”, cuyo
director es Rafael Hernández. Los problemas abordados allí son a
diario ausentes de los medios gubernamentales de comunicación, como
los diferentes conceptos de libertad y democracia, la libertad de
expresión en Internet, el problema de racismo en Cuba, las
aspiraciones y opiniones de la joven generación de los cubanos, etc.
Las discusiones se llevan a cabo en la sede del Instituto Cubano del
Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), en el barrio habanero
Vedado, la entrada es libre y cada persona puede contribuir con sus
opiniones, aunque hubo casos en el pasado cuando se negaba la entrada
a los blogueros independientes.
Hay
que mencionar, también, las actividades realizadas por el Centro
Teorético-Cultural “Criterios”, dirigido por Desiderio Navarro,
un eminente teórico de cultura, escritor y traductor de varios
idiomas. El hizo un valiente intento de hacer las cuentas del período
infame el pasado reciente de Cuba revolucionaria llamado “quinquenio
gris” (1971-76), durante el cual muchos artistas e intelectuales
cubanos prominentes. (Incluyendo los reconocidos hoy en día
escritores del siglo XX, como José Lezama Lima y Virgilio Piñera)
fueron despedidos, forzados a migrar, censurados y sujetos de
diferentes formas de represión. El Centro “Criterios” desde hace
años, consecuentemente, interviene en la defensa de la libertad de
creación artística e intelectual en Cuba.
Cuba y Polonia, dos
historias
La
visión amplia de “la oposición” propuesta anteriormente, abarca
todas las fuerzas de la vida social y política cubana que buscan
cambiar el modelo quebrado. Fué diseñada, principalmente, para
indicar la complejidad de la actualidad cubana, que no puede
reducirse a una simple dicotomia entre un gobierno autoritario y la
oposición democrática. Además nos permitirá, también, entender
si existe una justificación de la búsqueda de analogias entre la
Cuba actual y la República Popular de Polonia en su fase final (años
80. Del siglo
XX). Estoy
convencido de que estas comparaciones no se justifican, y ambas
situaciones tienen sólo similitudes superficiales (monopolio
político del partido comunista, la propiedad estatal de los medios
de producción y las comunicaciones, lo anti-occidental y orientación
de la política en el exterior). Las principales diferencias entre
las realidades de Polonia y Cuba, en el período final del socialismo
real podrían resumirse en tres áreas principales:
-
El origen del proceso revolucionario
El
sistema actual en Cuba goza todavía de un considerable apoyo de la
sociedad insular, que se debe explicar por la fuerte legitimidad
carismática, no sólo de Fidel Castro y de la primera generación de
guerrilleros de Sierra Maestra, sino también del enorme entusiasmo
inicial al mismo proceso revolucionario, que capitalizaba el apoyo de
todas las corrientes políticas opuestas a la dictadura odiada y
corrupta de Fulgencio Batista. Al mismo tiempo, un importante
componente de la revolución cubana, cuyo objetivo principal fué no
tanto la instauración del sistema comunista (sobre esto al inicio ni
siquiera se había hablado), sino la liberación del dominio
estadounidense. Como lo comenta el historiador polaco Marcin Kula:
“me aventuraría la hipótesis, que el socialismo fué tratado
instrumentalmente, no como un fin en sí mismo, sino un medio de la
emancipación del pueblo cubano” (Kula, 1999, p. 59). Por lo tanto,
al igual que Polonia, Cuba vive en la sombra del imperio vecino. Sin
embargo, una diferencia fundamental es que los cubanos, eligiendo
otro camino de desarrollo, lanzaron al poderoso vecino un desafío,
mientras que en el caso de Polonia el sistema socialista fué
impuesto por el imperio y, por lo tanto, desde un principio fué
tratado como ajeno por una gran parte de la nación.
-
La composición del poder
En
Polonia, a los finales de los años ochenta del siglo XX, se produjo
un cierto equilibrio de fuerzas entre los gobernantes, la oposición
y la Iglesia Católica. En
Cuba, no existe otra fuerza que fuera equivalente a la autoridad
comunista, lo cual sin duda alguna está entorpeciendo el proceso de
los cambios. El
papel de la Iglesia cubana no se debe a su fuerte posición en la
sociedad, sino más bien a una iniciativa unilateral del círculo
reducido de las más altas autoridades, que trata a los jerarcas
eclesiales, como una herramienta para satisfacer sus intereses
externos e internos. Es
por eso, que la solución de los problemas cubanos debe salir del
gobierno y por su iniciativa. En
el proceso de la transición cubana, probablemente, no seremos
testigos del equivalente de la Mesa Redonda (Okrągły Stół),
porque no hay quién se sienta al lado de las autoridades. La
única fuerza que tiene el derecho de sentirse tan fuerte como las
autoridades de La Habana, se encuentra fuera de la Isla. Es
la diaspora cubana que, por diversas razones, debería ser incluida
en los procesos de cambio. Ciertamente,
en la situación polaca de los finales de la época del socialismo
real, no tuvimos que hacer frente a un poderoso actor externo. Este
problema es, sin embargo, tan amplio, que merece al menos un capítulo
a parte.
-
Las actitudes sociales
Lo
que destacaba en el movimento de “Solidaridad” (Solidarność)
fué ante todo un gran apoyo y masiva participación de la población,
la cual deseaba y que no temía decidir, y ser constructora, de los
futuros acontecimientos en Polonia. En
Cuba, la demanda de cambios tiene más bien un caracter exclusivo
(de élites), forma parte del dominio de los intelectuales y un
pequeño grupo de los ciudadanos conscientes, rodeados por un cordon
hermético de servicios estatales, por lo cual no cuentan con una
amplia base social de apoyo, por ejemplo de los más renombrados
personajes de la oposición resulta muy difícil encontrar a
auténticos y reconocidos representantes de obreros, campesinos o
cualquier otro grupo profesional. En este sentido parece que, las
autoridades tienen un pleno control de la situación. No hay señales
de una significativa mobilización social, aunque sea en forma de
huelgas o cualquier protesta pública. Tampoco se dan casos de
masivas acciones ciudadanas e iniciativas encaminadas a la
democrátización del país y construcción de la sociedad civil. Más
bien, prevalece la apatía, la desesperación general y diversas
actitudes escapistas.
Sin
embargo, no podemos olvidar y perder de vista los cambios objetivos
que se han producido en el mundo, en las últimas tres décadas y
hacen constatar que este tipo de apoyo masivo de todos los sectores
de la sociedad no es necesario. Somos testigos del surgimiento de
otras diferentes vías de movilización social, un dinamismo
excepcional de los procesos sociales, enormes cantidades de
información que recorren diariamente el mundo y que, gracias al
progreso tecnológico, son extremadamente fáciles de acceder. Esto
hace que, cada vez más, los pequeños grupos de personas son capaces
de crear auténticas presiones políticas, previamente reservadas
sólo a los grandes y fuertes actores sociales. Es allí donde
exactamente surge la oportunidad para la joven generación de los
opositores cubanos, y la esperanza que la transición cubana tomará,
al igual que en Europa Central y Oriental, el camino hacia la
auténtica democratización, y no el camino del capitalismo mafioso
ruso.
Bibliografia:
ARREOLA,
Gerardo. (2010). Rafael
Hernández: La Habana no negocia bajo presión,
Cubadebate.
Recuperado de:
http://www.cubadebate.cu/especiales/2010/03/16/rafael-hernandez-la-habana-no-negocia-bajo-presion/
(Consulatdo febrero del 2013).
CAMPOS,
Pedro. (2012, octubre). Diálogo, reconciliación y democratización:
caminos paralelos, Espacio
Laical (Suplemento Digital.,
Número (206) Recuperado de:
http://espaciolaical.org/contens/esp/sd_206.pdf (Consulatdo 28 marzo
del 2013).
CÉSPEDES
García-Menocal, Carlos Manuel De. (2009). Cuba hoy: compatibilidad
entre los cambios reales y el panorama constitucional. Espacio
Laical.
Número (3). Recuperado de:
http://apic-alternativa.blogspot.com/2009/09/revista-espacio-laical.html.
(Consulatdo 18 febrero del 2013).
CONVIVENCIA.
(2012, marzo-abril). Número (26). Año V. Recuperado de:
http://www.convivenciacuba.es.
GERSCHMAN,
Carl & GUTIERREZ, Orlando. (2009, enero). Can Cuba change?
Ferment in civil society.
Journal of
Democracy. Volume
20. Número (1), pp. 36-54.
KULA,
Marcin. (1991). Narodowe i rewolucyjne, Londyn, Warszawa: Biblioteka
Więzi.
LEAL,
Eusebio. (2008, 04 de abril). Preparémonos para el nuevo destino de
nuestro país. Granma.
Cuba.
MORENO,
Boris. (2010, enero.). ¿Hacia dónde va la barca cubana? Una
mirada al entorno económico, Palabra
Nueva.
Número (192), Recuperado de:
http://www.palabranueva.net/contens/1001/0001011.htm (Consulatdo 21
febrero del 2013).
KAS,
CADAL. (2003). Oswaldo Payá Sardiñas y el Proyecto Varela. La lucha
pacífica por la apertura democrática en Cuba. Buenos Aires: Konrad
Adenauer
Stiftung a.c. y Fundación CADAL.
IGLESIAS,
Regis. (2003). Oswaldo Payá Sardiñas: el arquitecto del Proyecto
Varela. En: Oswaldo Payá Sardiñas y el Proyecto Varela. La
lucha pacífica por la apertura democrática en Cuba. p. 19. Konrad
Adenauer Stiftung a.c. y Fundación CADAL: Buenos Aires.
CESPEDES
García-Menocal Carlos Manuel De. (2009).
Cuba hoy: compatibilidad entre los cambios reales y el panorama
constitucional. Espacio
Laical.
Número (3).
PALABRA
NUEVA. (2010,
Abril).
Nuestra voz es un llamado al diálogo. Entrevista con el cardenal
Jaime Ortega, arzobispo de La Habana. Palabra
Nueva.
Número (195) La Habana: Arquidiósesis de La Habana
RADIO
TRINIDAD DIGITAL, Papa Benedicto XVI: En la búsqueda de la verdad
está la verdadera libertad del hombre. Recuperado de:
http://www.radiotrinidad.cu/noticias/20120328/papa-benedicto-xvi-en-la-b%C3%BAsqueda-de-la-verdad-est%C3%A1-la-verdadera-libertad-del
(Consulatdo 03 de febrero del 2013).
* Texto del 2013, publicado en el libro Cuba: ¿Quo Vadis?
1
La
declaración pública de no apoyar al gobierno prevee diferentes
sanciones, como la pérdida del empleo, falta del consentimiento
para la rehabilitación de vivienda y muchas otras molestias en la
vida cotidiana.
2
Compare página oficial del Movimiento Cristiano de Liberación: MLC
Osvaldo Payá www.oswaldopaya.org.
3
En este caso, una investigación internacional e independiente
demandaban, entre otros: Washington Post, Mitt Romney y Esperanza
Aguirre (presidenta del Partido Popular español, en el poder).
4
http://www.estadodesats.com/
5
En junio, en Cuba fueron instalados puntos de Internet de libre
acceso para el público, que pueden cambiar el estado actual de
amplio aislamiento informativo.
6
En
el espíritu de la tolerancia para la diversidad y el
reconocimiento de la rica herencia ideológica del país.
8
Ver: Carlos Manuel de Cespedes García-Menocal, „Cuba hoy:
compatibilidad entre los cambios reales y el panorama
constitucional”, Espacio Laical
nr 3, 2009
(http://apic-alternativa.blogspot.com/2009/09/revista-espacio-laical.html
)
9
Comparar: Art. 87, Constitución de la República de Cuba, 1940
10
La excepción fué la carta pastoral „El amor todo lo espera”
del año 1993, en la que los obispos liderados por Ortega llamaban
las autoridades gubernamentales al diálogo y a las reformas, a la
luz de la profunda crisis. Esta provocó un fuerte ataque a la
Iglesia de parte de los medios de comunicación oficiales y en
consecuencia una crisis en las relaciones entre el Estado y la
Iglesia
11
En la práctica, las autoridades insistieron en que los presos
liberados y sus familias salgan de Cuba. El cardenał Ortega hablaba
personalmente con cada uno de los activistas encarcelados y lo
convencía para esta opción. Sólo unos pocos se negaron salir al.
extranjero. Fueron puestos en libertad como últimos.
12
La selección de lostextos de Pedro Campos se puede localizar, entre
otros, en:
http://kaosenlared.net/colaboradores/itemlist/user/88-pedrocampos.html